viernes, 8 de enero de 2016

TAREA 11



T11: FRAUDE, PATOLOGÍA Y CURIOSIDADES CIENTÍFICAS

Una vez más se mezclan una gran cantidad de ideas en las diferentes lecturas sobre este tema. Plagios, mentiras, mala praxis, fraudes, responsabilidades, el complejo lenguaje científico,… Podríamos renombrar este tema, como si de una película se tratase, como: “El lado oculto de la ciencia”.
Parece que no todo es simplemente investigar y comunicar los correspondientes hallazgos. En una continua lucha por alcanzar prestigio (y por consiguiente dinero y financiación, y en algunos casos poder) la mayoría de los investigadores pugnan por sumar publicaciones a su curriculum.
Cuantas más publicaciones tengas mejor y si además se han publicado en revistas con alto impacto tu valoración sube aún más. Estas publicaciones te ayudan a tener más y mejor financiación. Con una buena financiación es más fácil realizar más investigación, seguir publicando y mantener el prestigio. ¿No podría parecer un círculo cerrado?
Esta presión por publicar para mantener una posición (tanto de prestigio profesional como económica) lleva, y parecer ser que muy habitualmente, a utilizar “atajos” muy cuestionables. Ocultar datos no favorables o resultados negativos, inventarse datos, manipular la estadística para que diga lo que se quiere, plantear mal los experimentos, etc.
Todas estas prácticas están íntima e irremediablemente ligadas al tema anterior sobre los indicadores de calidad.
¿Cómo podemos saber si un artículo es realmente auténtico o ha sido fruto de prácticas fraudulentas? ¿Solo porque haya sido citado muchas veces? También hemos visto que incluso artículos citados en muchas ocasiones son un fraude. Y no olvidemos el dato: el 35% de los artículos publicados a lo largo de un año nunca serán citados.
Y al contrario, ¿si un artículo es bueno y se rechaza debido a la subjetividad de los revisores? (puede darse el caso que compita directamente con trabajos de los propios revisores, ya que las revisiones se llevan a cabo por personas que trabajan en temas cercanos a lo revisado). Y si además ¿el autor no es conocido? Resulta entonces más difícil publicar, sobre todo en determinadas revistas. Al fin y al cabo las publicaciones también mueven cantidad de intereses.

Todas estas reflexiones nos pueden llevar a tener una posición escéptica en relación a los criterios establecidos, tanto los relacionados con la calidad, como los de valoración y méritos, y abocarnos a plantearnos gran cantidad de preguntas. Como ejemplos estas: ¿Habría otra manera de valorar el trabajo científico?, ¿hay investigaciones más importantes que otras?, ¿y quién decide si es así?

No quisiera acabar esta entrada sin mencionar el artículo sobre plagio donde se mencionan dos conceptos destacables: responsables y culpables. Pensemos sobre lo acostumbrados que  estamos a buscar culpables para que paguen el pato, en cualquier faceta de la vida, pero qué poco vemos que los responsables de algo se hagan cargo de sus decisiones. Sin duda, un tema para reflexionar. Pero al final, la culpa, seguro, será del becario.

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