Aquí tenemos un buen ejemplo de
la cantidad de publicaciones que se generan en torno a la Ciencia. Ese término
que muchas veces parece quedarnos grande si lo utilizamos. Ya que como pudimos
comprobar en nuestra primera sesión de trabajo nadie se toma en un principio
como científico, solo investigadores o personas que quieren investigar, en el
mejor de los casos. Sí, seguro que por un lado tenemos en la cabeza eso del
científico en un laboratorio trasteando con un buen montón de compuestos de
colores y aparatos diversos (algo que a aquellos que no trabajan en dichas
circunstancias seguro les parece lejano) y por otro lado nuestra imagen de científico,
que seguro que nos evoca nombres tales como: Einstein, Pasteur, Curie, Tesla, Ramón
y Cajal, etc. Personas que pasaron a la historias por su trabajo y
descubrimientos y que nos legaron grandes avances que nos han permitido seguir
haciendo logros y por lo tanto mejorar la calidad de vida. ¿Y con estos
antecedentes quién no se siente muy pequeñito si se sitúa a su lado y se llama
científico?
Lo que parece más claro es que,
en general, todos seguimos una misma manera de trabajar, un mismo método: El método
científico. Pero aun siguiendo el mismo método es evidente que la forma de
trabajar está evolucionando a lo largo de los años. Los propios descubrimientos
o avances que se obtienen hacen que unos años después muchas cosas cambien, de
una manera sustancial, la forma de trabajar, incluso dentro del mismo campo
donde se generaron tales avances. De aquí que muchas veces se nos venga a la
boca la famosa frase de “la ciencia (o la tecnología) avanza una barbaridad”. Porque
lo que en un momento nos pareció ciencia ficción lo tenemos en nuestras manos
unos años después. Un gran ejemplo que todos podemos tener presente son los
avances en el campo de la electrónica, y de la informática. Los ordenadores o
computadoras son capaces de procesar volúmenes de datos que de otra manera serían
imposible, o casi, de manejar. Aunque muchas veces parezca que el creador de un
determinado programa o máquina sea el mismísimo demonio y nos desespere a la
mayoría de los mortales que somos usuarios de la informática.
Otra cosa que parece ha cambiado
(según las estadísticas del texto 3 del tema 1) es el aspecto personal, me
explico, por un lado parece que se tiende a hacer más investigación en grupo
(muchos interdisciplinares) que de manera individual y por otro la edad media
de aquellos científicos a los que se les reconocen sus logros. Este aspecto
podría llevarnos a un debate con muchos puntos de vista, por ejemplo: los
objetivos que se plantean, la financiación disponible y su origen, la presión
de publicar, trabas sociales,…
Para finalizar, una cosa que me
ha llamado la atención en el mismo texto es cómo desmontan los mitos
científicos. Lo que me lleva a dos reflexiones, una es que uno puede llegar a
tener cierto conocimiento de una materia, pero que el campo del conocimiento es
tan grande que abarcarlo todo resulta claramente imposible. Y la segunda, es
que cuánto más pueda uno leer más amplio es el conocimiento que puede adquirir,
algo muy importante que en muchas ocasiones choca de frente con otro condicionante
de nuestro día a día: la falta de tiempo.